ÁTICO
HEREDARÁS EL VERSO
entre sollozos
olvidábamos montañas y misterios
al sur de octubre
caían los lamentos
yo te propuse un pie
y los huracanes volvieron
me debes la lluvia
los cielos despejados
la voluntad y el barro
ÁTICO
DIOS NACIÓ UN DÍA QUE
YO ESTUVE ENFERMO
In memorian César
Vallejo
las señoritas de París las usaban
detrás del escotado océano
de babor
lo vieron pasar entre estornudos
y ese día
inasible como pocos
negro como tantos
entregaban la res pública
a la Divina Providencia
Vallejo era una campana tañida por el dolor
un hombre que escribía con los ojos
y veía con las manos
ÁTICO
LA RAMERA HA BEBIDO LA SANGRE DE CRISTO
La ramera ha bebido la sangre de Cristo
en siete cálices de oro
obscena y triste ha escrito
en todas sus heridas el libro de la vida
la pena sexual
con el corazón suspendido
envuelta en dulces y blandas palabras
ha conquistado el cariño de la bestia
y suceden puertos y rostros femeninos
alegrías prometidas
y vientos que gimen con cielos despejados
el mar, el mar se despliega
sobre los cinco reyes vencidos
es inútil amor, proponer un fundamento
todo es apariencia
hoy veintisiete de abril
las cosas son sencillas
los dioses lloran con lágrimas secretas
y no hay delirio más grande que la muerte
siete montes y una mujer sentada
que se masturba contemplando
los diez cuernos de la bestia
sin mancharse las manos
hoy termina el mundo
porque ella lo decide
ÁTICO
DIOS LOS BENDIGA
a los que no pueden ver la puerta
a los que la ven y no pueden tocarla
a los que la tocan y no pueden abrirla
a los que la abren y no pueden salir
a los que salen y no pueden mirar atrás
a los que miran atrás y no pueden ver la puerta
ÁTICO
DE CAMPANARIOS
A Carlos Roldán
pondré un campanario en cada paloma
para que la noche cambie de rumbo
para que vuelvan las risas las manos
mis muertos
pondré una paloma en cada campana
para que la muerte no tiña ni taña
para que vuelen las jaulas el miedo
mis lágrimas
pondré un badajo en cada palabra
para que la libertad no nos tema
para que suelten la canción los días
mis presos
y pondré un reloj en cada silencio
para que la tristeza no te encuentre
para que sepulten el odio el olvido
el final
ÁTICO