Comenzó su carrera poética a la edad de cuatro
años cuando escribió su célebre Para mamita.
Ingresó a la ex Academia Militar Soviética en abril de 1972,
donde perfeccionó sus estudios de poesía rusa, siendo expulsado
a los tres meses por inconducta militar. Huyó a España
para evitar la persecusión poética.
Emigró a latinoamerica en 1982, residiendo
alternativamente en México, Nicaragua, Cuba, Ecuador,
Venezuela, Colombia, Bolivia y Argentina. Se dedicó a
la pintura no figurativa y a la poesía conceptual.
La tormentad es, hasta la fecha, el único
libro del autor, compuesto por diez libros en construcción
permanente que se pueden hojear picando en las orejas de la
izquierda (y cuando digo izquierda quiero decir derecha y arriba).
Apuntes, cuadernos de viaje, ensayos, imágenes
y referencias sobre la vida de Igor Klinki pueden encontrarse
en Inventario.
Es
increíble que un niño de cuatro años haya
compuesto este caligrama con forma de copa, en el que se manifiestan
ya todos los elementos constitutivos de la poesía klinkiana,
especialmente su obsesión paronomástica.